Todos sabemos que consumir azúcar no ayuda a mantener la línea. Ahora resulta que el consumo de azúcar puede perjudicar también a tu cerebro
Las bebidas azucaradas enmarañas los recuerdos y ralentizan el aprendizaje en ratas de laboratorio sometidas a este nuevo experimento. El neuro- científico Fernando Gomez-Pinilla está muy preocupado acerca de cómo pueden afectar a las personas las dietas altas en azúcar.
Para realizar el estudio, el equipo de Gomez- Pinilla en primera lugar enseñó a un grupo de ratas a orientarse a través de un laberinto. Durante cinco días solo bebieron agua. Durante las seis semanas siguientes el agua de las ratas se remplazó por sirope con un 15% de fructosa.
«Gran cantidad de las sodas que se consumen hoy en día contienen un 12% de azúcar, así que imagina qué puede pasar si uno bebe soda con azúcares añadidos en vez de agua” declaró Gomez- Pinilla, de la Universidad de California, en Los Ángeles.
Durante el periodo de las seis semanas se subministró a la mitad de los ratones aceite de linaza y aceite de pescado rico en omega-3. Estos antioxidantes protegen las conexiones químicas del cerebro, conocidas como sinapsis, según indican estudios ya realizados.
Tras seis semanas administrando sirope de fructosa, las ratas tardaban más en recorrer el laberinto. Sin embargo las ratas a las que se les subministró omega- 3 reaccionaban ligeramente más rápido que sus otras compañeras.
Estudiando los cerebros de las ratas que se utilizaron para el experimento, los investigadores determinaron que la dieta alta en fructosa sabotea la habilidad de cambiar de la sinapsis, un factor clave para el aprendizaje. Las bebidas azucaradas también interrumpen la regulación de proteínas y azúcares en el hipocampo. En los mamíferos el hipocampo desempeña funciones importantes en la memoria y el manejo del espacio.
Todo con moderación
El sirope de maíz alto en fructosa se utiliza para endulzar bebidas refrescantes, condimentos y otros tipos de alimentos procesados.
Un ciudadano norteamericano consume una media de 27 kilos anuales de sirope de maíz, según el Departamento de Agricultura de EE. UU.
La siguiente tarea del equipo es la de determinar si los efectos a largo plazo de una dieta pobre son reversible.
Las futuras investigaciones también deberán averiguar si este tipo de dieta puede tener efectos sobre el envejecimiento y el desarrollo.
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