Las nuevas hamburguesas “sin carne” y la sangre transgénica

Los alimentos ultraprocesados generalmente tienen cinco o más ingredientes, muchos de los cuales no se utilizan comúnmente en las cocinas domésticas. Esto aplica para Impossible Burger e Beyond Burger, ya que incluyen sangre falsa procesada a partir de levadura genéticamente modificada para imitar el sabor y la textura de la carne de res verdadera

Aunque la hemoglobina similar a la soya utilizada en la Impossible Burger se considera como segura, no se han realizado pruebas en laboratorios independientes sobre la seguridad de este producto. Sin embargo, las pruebas en ratas de laboratorio alteraron la química sanguínea de los animales; la empresa no realizó ningún seguimiento de estos resultados
 
Las sociedades matrices de Impossible Burger e Beyond Burger solicitaron estudios para evaluar el impacto ambiental de su producción frente a la producción normal de carne de vaca CAFO. No es de sorprenderse que descubrieran que sus productos generaban un menor impacto. Pero no tienen un menor impacto que la producción de carne de res de White Oaks Pastures, que utiliza prácticas de cultivo regenerativo para producir productos cárnicos naturales
 
Si una alternativa de carne vegetal GE no es suficiente para considerarse como ciencia ficción, hay que recordar que los científicos de esta “carne” están creando estos productos a partir de cultivos de células madre en el laboratorio. Algunas personas consideran estas alternativas como el menor de dos males, pero cuando un enfoque holístico mejora el medio ambiente, la mejor opción es buscar alimentos de fuentes naturales
 
La industria de la comida chatarra ofrece un nuevo producto a cambio de su salud y sus finanzas. A través de estrategias para posicionarla como una alternativa saludable para la carne natural, la carne falsa es solo otro nombre para los alimentos ultra procesados, repletos de ingredientes genéticamente modificados (GE) y pesticidas diseñados para asemejarse a la carne.
 
En un esfuerzo para atraer a las personas, este producto se comercializa como una alternativa saludable y buena para el medio ambiente, lo que puede crear una falsa expectativa de que está consumiendo un buen alimento mientras protege los suministros locales de aire y agua.
 
Los fabricantes están tan decididos a imitar los alimentos naturales que incluso han diseñado genéticamente “sangre” para sus productos cárnicos falsos.
 
Los críticos alimenticios tienen opiniones divididas en cuanto al sabor, y algunos encuentran que la textura es agradable, pero sin tener el sabor de la hamburguesa. Otros explican que únicamente cuando estas hamburguesas se encuentran repletas de cebollas caramelizadas, mayonesa vegana y guacamole, es probable que el sabor se asemeje más a la carne.
 
Cuando se trata de opciones orgánicas, a los fabricantes les gustaría hacernos creer que pueden mejorar la naturaleza, pero, históricamente, esto ha sido casi imposible de alcanzar. Los alimentos ultra procesados han contribuido a la epidemia de obesidad, las tasas crecientes de enfermedades cardiovasculares y un mayor riesgo de mortalidad por todas las causas.
 
Sin embargo, podría pensar que estos alimentos ultra procesados solo se encuentran en el pasillo de comida chatarra, pero de acuerdo con Current Developments in Nutrition, muchos alimentos que consume probablemente incluyen ingredientes de carne falsa:
 
“Además de la sal, el azúcar, los aceites y las grasas, los ingredientes de los alimentos ultra procesados incluyen sustancias alimenticias que no se utilizan comúnmente en preparaciones culinarias, como proteínas hidrolizadas, almidones modificados, aceites hidrogenados o interesterificados, y aditivos cuyo propósito es imitar las cualidades sensoriales de los alimentos libres de procesamiento o mínimamente procesados y sus preparaciones culinarias.
 
Así como para disfrazar las cualidades indeseables del producto final, como colorantes, saborizantes, endulzantes sin azúcar, emulsionantes, humectantes, secuestrantes y agentes reafirmantes, abultadores, antiespumantes, antiaglomerantes y glaseadores”.
 

La salud no es la causa de la modificación cárnica

La Heart and Stroke Foundation de Canadá advierte que no hay que dejarse engañar por las tácticas de mercadotecnia engañosas que utilizan palabras como “saludable” y “natural” para elegir los alimentos. Por desgracia, parece que algunos consumidores creen todas estas promesas publicitarias.
 
Aunque se le conoce como una alternativa cárnica de origen vegetal, Beyond Burgers e Impossible Burgers son un conglomerado de productos químicos ultra procesados, creados mediante la extracción de proteínas de soya y algunos otros concentrados procesados. Amy Keating, nutrióloga registrada de Consumer Reports, comentó lo siguiente:
 
“Mientras que su materia prima pueden ser plantas, los ingredientes principales son concentrados, aceites y saborizantes altamente procesados. Si busca los beneficios de las plantas, consúmalas como alimentos integrales con sus nutrientes y fibra disponibles de forma natural”.
 
Además, tanto Impossible Burger como Beyond Burger tienen casi la misma cantidad de grasa y calorías totales que las hamburguesas de carne de res verdaderas. Asimismo, ambas tienen una mayor cantidad de sodio procesado. Un reportero de NBC News señaló lo siguiente:
 
“Si consumir carne falsa se tratara de salud, los contenidos de sal serían mucho menores, así como el contenido calórico y de grasa. Pero ese no es el caso, porque el objetivo nunca fue estar a la altura de una alimentación más saludable. Era crear como un reemplazo de aquello que nos preocupaba consumir en nuestra vida cotidiana”.
 
La industria de la carne falsa está aprovechado el riesgo que representan las operaciones concentradas de alimentación animal (CAFO) para el medio ambiente y la salud humana. Sin embargo, los fabricantes han recurrido a los laboratorios para aumentar sus ganancias e impulsar las ventas en lugar de apoyar la producción de alimentos sustentables y ecológicos.

 

La carne falsa contiene sangre transgénica

Después de imitar el aspecto y la textura de la carne, los fabricantes imitaron el sabor y el color de la sangre por medio de un compuesto producido por células de levadura genéticamente modificadas. A este compuesto se le conoce como leghemoglobina de soya, el cual proviene de las raíces de la soya.
 
A nivel químico, es similar a la molécula de hierro hemo que se encuentra en la sangre de los mamíferos, el cual le otorga la textura y aspecto sangriento a la carne de res.
 
Pero es imposible fabricarlo a escala únicamente con soya, ya que se necesita una hectárea completa de frijoles de soya para producir 1 kilo de leghemoglobina. Además, requiere de un trabajo genético en el laboratorio para insertar la leghemoglobina en las células de levadura modificadas.
 
Durante el proceso de fermentación, la levadura GE produce grandes cantidades y unas cuantas docenas de otras proteínas.
 
Los científicos de Impossible Burger alimentaron a un grupo de ratas con leghemoglobina durante 28 días para determinar el riesgo de reacción alérgica o toxicidad. Dana Perls, de Friends of the Earth, señaló que las ratas mostraban una alteración en su química sanguínea, sin el seguimiento de la compañía.
 
Por desgracia, la Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) únicamente requiere de una investigación por parte del fabricante para determinar la seguridad de los alimentos, por lo que no se ha realizado ninguna prueba independiente.
 
Michael Hansen, Ph. D., científico principal de Consumer Reports, señala que no existe información a largo plazo que demuestre el efecto de la hemoglobina en humanos. El proceso de fabricación del compuesto produce al menos otras 45 proteínas derivadas, también consumidas con la leghemoglobina.
 
La FDA ha clasificado a Impossible Burger como segura, gracias a la información proporcionada por la Universidad de Nebraska y la Universidad de Wisconsin. Pero, otros expertos no están tan convencidos.
 
Según el Center for Food Safety, el 94 % de los cultivos de soya en los Estados Unidos se encuentran alterados genéticamente. Y, Hansen advierte que no hay suficiente información para determinar la seguridad humana del consumo de compuestos químicos, ya que estos compuestos se producen a partir de la levadura genéticamente alterada de la soya genéticamente alterada.
 

Técnicas de mercadotecnia utilizadas para convencer a los consumidores

Como he mencionado anteriormente, la comida chatarra se basa en la ciencia basura o información destinada para generar ganancias a expensas de la salud. La industria de la carne falsa ha considerado los mismos intereses corporativos que las industrias del azúcar y el tabaco.
 
Es probable que haya notado un ciclo que algunos productores han utilizado, el cual comienza con publicidad y mercadotecnia y, a menudo, termina en una revelación, años después de que los productos no son tan saludables como se había expuesto.
 
Este ciclo es lucrativo y genera más dinero para las empresas que la fuga de demandas posteriores. Los productos de vaping, los opioides, los productos a base de azúcar, los cigarros y cigarrillos tradicionales y la comida chatarra son solo algunos ejemplos de artículos que no han estado a la altura de las estrategias publicitarias y de mercadotecnia.
 
Mientras tanto, millones, si no es que miles de millones de dólares, entran a los bolsillos de los fabricantes.
 
Una de las afirmaciones de la industria de la carne falsa, es que sus productos son sustentables y dejan una menor huella de carbono que aquella de las producciones cárnicas tradicionales.
 
En comparación con las instalaciones CAFO, donde los animales son tratados de manera inhumana, los desperdicios dañan los suministros de aire y agua y la administración de antibióticos contribuye a la resistencia generalizada a los antibióticos, representan una situación problemática. Sin embargo, pasar de un sistema problemático a otro no es la respuesta.
 

Las granjas regenerativas producen un ambiente limpio y saludable

Para ayudarlos a “demostrar” que ofrecen una mejor huella de carbono que las granjas de animales, Impossible Burger obtuvo la ayuda de Quantis, un grupo de científicos y estrategas que ayudan a tomar medidas basadas en evidencia científica.
 
Beyond Meat solicitó a la Universidad de Michigan que realizara una evaluación y comparara el impacto ambiental de su producción con el de la producción normal de carne en los Estados Unidos.
 
Los resultados fueron similares para ambas compañías. Según el resumen ejecutivo publicado en el sitio web de Impossible Foods, su producto redujo el impacto ambiental hasta un 87 % y 96 % en las categorías evaluadas, incluyendo el potencial de calentamiento global, la ocupación de terreno y el consumo de agua.
 
En respuesta, White Oak Pastures en Bluffton, Georgia, solicitó el mismo análisis de Quantis y publicó un estudio de 33 páginas que demuestra las comparaciones de las emisiones de White Oaks Pastures frente a la producción cárnica convencional.
 
Mientras que la carne falsa redujo su huella de carbono hasta un 96 % en algunas categorías, White Oaks obtuvo una emisión total neta en los números negativos en comparación con la producción CAFO. Si, un puntaje negativo.
 
Cabe destacar que las emisiones para la producción cárnica en White Oaks Pastures fueron mucho menores que aquella de la producción promedio de soya, que es la base de las hamburguesas vegetales y la leghemoglobina.
 
Quantis también descubrió que la carne de White Oaks Pastures se encuentra dentro, e incluso por debajo, del rango de producción de otros tipos de fuentes de proteínas, como carne de res, cerdo, pollo y soya.
 
Además, las emisiones de White Oaks Pastures incluyeron una gran absorción negativa de carbono en el suelo, lo cual es esencial para proteger contra la contaminación del aire y el cambio climático.
 
Friends of the Earth’s Perls declaró a Consumer Reports que la publicidad y mercadotecnia en torno a las alternativas a la carne natural desviaran la atención de mejores soluciones a los problemas ambientales, y señalaron que el verdadero costo de producir carne falsa no se puede conocer hasta que se produzca a gran escala.
 
Estos costos incluyen daños para la salud y el medio ambiente. “En lugar de invertir en productos que generan un mayor gasto energético, más dinero y más productos químicos procesados, ¿por qué no invertir en un sistema sustentable?” Explico Perls.
 

La carne de origen vegetal no es suficiente

Si las alternativas cárnicas de origen vegetal, GE, mezcladas con moléculas de hemo para imitar la sangre no son suficientes para considerarse como ciencia ficción, hay que recordar el hecho de que los científicos en Tel Aviv están “cultivando” carne en el laboratorio a partir de cultivos de células madre.
 
Un equipo de CBS News viajó a Tel Aviv para contar esta historia y tuvo que firmar una exención que prohibía probar esta “carne”. El CEO de Aleph Farms, Didier Toubia, le comento al equipo sus planes para producir carne de manera eficiente, sustentable y más saludable que la carne tradicional.
 
Cuando el reportero de la CBS comentó acerca de la “porción” de carne que le sirvieron, se alcanza a observar un cuadrado de 1 pulgada en rodajas finas, y el cocinero menciona lo siguiente: “Bueno, cuesta mucho trabajo obtener esta porción”.
 
Para obtener su producto, los investigadores tienen que extraer células madre del pollo y cambiar la mezcla de proteínas. Asimismo, tienen que dirigir el crecimiento celular, un proceso muy lento e involucrado.
 
Sin embargo, varias otras compañías se están sumando a este movimiento, incluyendo Memphis Meats y Mosa Meats para la carne de res y pollo, y Finless Foods y Wild-Type para el pescado.
 
El liderazgo de Memphis Meats cree que su entorno de producción controlado puede reducir el riesgo de contaminación bacteriana.
 
Pero Hansen, científico senior de Consumer Reports, señala que se “puede desarrollar una contaminación bacteriana” en estos entornos de laboratorio y que “a menudo se necesitan antibióticos para detener el crecimiento bacteriano en los productos celulares de las compañías farmacéuticas”.
 
En la actualidad, la carne producida en laboratorio no está disponible a la venta Kate Krueger, Ph. D., directora de investigación con sede en Nueva York enfocada en agricultura celular, explica que pueden pasar “cuatro o seis años antes de que la carne cultivada salga al mercado, y cerca de una década o más en el caso de los filetes”.
 
Se recomienda elegir alimentos de animales alimentados con pastura, en lugar de alimentos genéticamente alterados
 
Aunque muchas personas consideran estos sustitutos como el menor de los males en comparación con la producción CAFO que actualmente domina el mercado, la alteración del orden natural no es la respuesta. Los análisis sobre la agricultura regenerativa han demostrado que el manejo integral del rebaño tiene un impacto positivo para el medio ambiente y ofrece productos saludables.
 
En última instancia, los alimentos falsos contribuyen al creciente número de personas que sufren de problemas de salud relacionados con los alimentos que consumen, como diabetes, enfermedades cardiacas y obesidad. Por razones de salud, ecológicas y el futuro, se recomienda evitar las alternativas cárnicas y optar por carne real que utilice prácticas de cultivo regenerativo.
 
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