«Nuestra recomendación es evitar alimentos e ingredientes de origen transgénico porque aún desconocemos las consecuencias en segunda, y tercera generación»
Un total de 70 países cuentan con regulaciones que permiten el uso de cultivos transgénicos o la importación de sus alimentos derivados en 2018. Ya no solo se utilizan para enfrentar plagas y malezas, sino también desafíos climáticos y nutricionales.
Ya va el vigésimo tercer año de adopción continua de esta tecnología, de acuerdo con el «Estado Mundial de Cultivos Biotecnológicos Comercializados/GM en 2018» publicado por el Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas (ISAAA). Veintiséis países (21 en desarrollo y 5 industrializados) sembraron 191,7 millones de hectáreas de cultivos transgénicos, con lo que se supera en 1,9 millones de hectáreas el récord de plantaciones de 2017.
La continua adopción de cultivos transgénicos por parte de los agricultores de todo el mundo indica que estos siguen ayudando a los agricultores como tambien a hacer frente a los desafíos mundiales de nutrición y cambio climático.
En 2018, en el informe «El estado mundial de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo», de las Naciones Unidas, se informó que el hambre ha estado creciendo año tras año durante tres años consecutivos, y a niveles equivalentes a los registrados hace una década. Por su parte, el Informe Mundial sobre las Crisis Alimentarias de 2017 reveló que el hambre y la malnutrición siguen aumentando, con alrededor de 108 millones de personas en 48 países en situación de riesgo o de grave inseguridad alimentaria.
Los cultivos transgénicos, desarrollados con características mejoradas como el aumento del rendimiento, una mayor resistencia a las plagas y enfermedades, una mejor nutrición, entre otras, se han vuelto necesarios para hacer frente a estos desafíos mundiales que afectan a la vida de tantas familias en todo el mundo.
«La tecnología transgénica ha contribuido a todas las facetas de la seguridad alimentaria. Al aumentar los rendimientos y reducir las pérdidas, contribuyó a la disponibilidad de alimentos para más familias. Al permitir a los agricultores mejorar sus procesos y unirse a la cadena de suministro moderna, mejoró el acceso físico a los alimentos. Mediante el aumento de los ingresos de los agricultores y las zonas rurales, mejoró el acceso económico a los alimentos. A través de rigurosos estándares de seguridad alimentaria y programas de higiene, contribuyó a una mejor utilización de los alimentos», dijo el Dr. Paul S. Teng, presidente de la Junta Directiva de la ISAAA.
«Si bien la biotecnología agrícola no es la única clave para mejorar la seguridad alimentaria mundial, es una herramienta científica importante en el conjunto de herramientas multidisciplinarias», agregó.
Las plantaciones de cultivos transgénicos han aumentado 113 veces desde 1996, con una superficie acumulada de 2.500 millones de hectáreas, lo que demuestra que es la tecnología de cultivos más rápidamente adoptada en el mundo. En países como EE.UU., Brasil, Argentina, Canadá e India, las tasas de adopción de los principales cultivos están en niveles cercanos al 100%, lo que indica que los agricultores favorecen esta tecnología de cultivo sobre las variedades convencionales.
Además, el estudio indica que en 2018 se sumaron más cultivos transgénicos de diversas características para resolver nuevos problemas. Estos incluyen papas de más lenta oxidación y menor pardeamiento, con acrilamidas reducidas y resistentes al tizón tardío; caña de azúcar resistente a insectos plaga y tolerante a la sequía; manzanas con menor oxidación; y canola con alto contenido de ácido oleico omega-3.
El informe de la ISAAA también destacó las siguientes conclusiones clave:
Los 5 países con la mayor superficie de cultivos transgénicos plantados (EE.UU., Brasil, Argentina, Canadá e India) ocupan sumados el 91% de la superficie mundial de estos cultivos.
La soya transgénica es el cultivo para el que más se usa esta tecnología, cubriendo el 50% del área de cultivo transgénico mundial.
Agricultores de 10 países de América Latina plantaron 79,4 millones de hectáreas de cultivos transgénicos.
Nueve países de Asia y el Pacífico plantaron 19,13 millones de hectáreas de estos cultivos.
Respecto a los resultados de este nuevo informe anual, el director ejecutivo de ChileBio, el doctor en Ciencias Biológicas, Miguel Ángel Sánchez, afirmó que la evidencia de la utilidad de esta tecnología es innegable. «Hoy, ya se están desarrollando mediante transgenia variedades vegetales tolerantes a la sequía, a la salinidad del suelo, y de mayor resistencia a otros eventos climáticos, que hoy afectan a la dramáticamente a la agricultura», indicó Sánchez. Según el directivo es deber de los Estados establecer regulaciones claras que permitan su uso y aprovechamiento: «Ya son 10 los países que han adoptado cultivos transgénicos en América Latina y a pesar que Chile es líder en la exportaciones de semillas transgénicas para abastecer el mercado de contraestación, y que importa a gran escala transgénicos para consumo humano y animal, aun no puede cultivarlos para comercializarlos en el mercado interno debido a vacíos regulatorios y a la no voluntad política para abordar la situación», explicó.
Fuente: https://www.eleconomistaamerica.cl/empresas-eAm-chile/noticias/10050654/08/19/Superficie-de-cultivos-transgenicos-ha-aumentado-mas-de-113-veces-desde-1996.html
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