El consumo elevado de alimentos ultraprocesados está asociado a la aceleración del envejecimiento biológico, independientemente de la calidad nutricional de la dieta, según un nuevo estudio publicado. Los resultados se han publicado en la prestigiosa revista «The American Journal of Clinical Nutrition«.
La investigación ha sido llevada a cabo por la Unidad de Investigación de Epidemiología y Prevención del I.R.C.C.S. Neuromed de Pozzilli, en colaboración con la Universidad LUM de Casamassima, ambas de Italia.
Los investigadores italianos analizaron los datos de más de 22.000 participantes en el ‘Estudio Moli-sani‘, una de las mayores cohortes de población de Europa, y utilizaron más de treinta biomarcadores sanguíneos diferentes para medir la edad biológica.
A diferencia de la edad cronológica, que depende exclusivamente de la fecha de nacimiento, la edad biológica refleja las condiciones biológicas del cuerpo, incluidos órganos, tejidos y sistemas, y puede diferir de la edad cronológica.
Mediante un cuestionario detallado sobre la frecuencia de consumo de alimentos, los investigadores pudieron estimar el consumo de alimentos ultraprocesados, es decir, alimentos elaborados total o parcialmente con sustancias que no se utilizan habitualmente en la cocina (por ejemplo, proteínas hidrolizadas, maltodextrinas, grasas hidrogenadas), que suelen contener diversos aditivos, como colorantes, conservantes, antioxidantes, antiaglomerantes, potenciadores del sabor y edulcorantes.
Entre los alimentos ultraprocesados no sólo se incluyen los aperitivos envasados o las bebidas azucaradas, sino también productos aparentemente inocuos como el pan producido en masa o envasado, el yogur de frutas, algunos cereales de desayuno o las alternativas a la carne, por poner un ejemplo.
El estudio demostró que un consumo elevado de alimentos ultraprocesados se asocia a una aceleración significativa del envejecimiento biológico de los participantes. Básicamente, las personas resultaron ser biológicamente mayores que su edad cronológica real.
El envejecimiento biológico es, de hecho, un reloj interno del cuerpo, que puede ir más rápido o más lento que los años marcados en el calendario, reflejando el verdadero estado de salud del organismo.
«Nuestros datos muestran que un consumo elevado de alimentos ultraprocesados no sólo tiene un impacto negativo sobre la salud en general, sino que también podría acelerar el propio envejecimiento, lo que sugiere una conexión que va más allá de la mala calidad nutricional de estos alimentos», ha afirmado la investigadora de la Unidad de Investigación en Epidemiología y Prevención y primera autora del estudio, Simona Esposito.
«Los mecanismos por los que los alimentos ultraprocesados pueden ser perjudiciales para la salud humana aún no están del todo claros. Además de ser nutricionalmente inadecuados, por ser ricos en azúcares, sal y grasas saturadas o trans, estos alimentos se someten a un intenso procesado industrial que altera de hecho su matriz alimentaria, con la consiguiente pérdida de nutrientes y fibra», ha señalado la epidemióloga nutricional de la Unidad de Investigación en Epidemiología y Prevención-IRCCS Neuromed Marialaura Bonaccio.
Según la experta, todo ello «puede tener importantes consecuencias para una serie de funciones fisiológicas, como el metabolismo de la glucosa y la composición y funcionalidad de la microbiota intestinal. Además, estos productos suelen estar envueltos en envases de plástico, convirtiéndose así en vehículos de sustancias tóxicas para el organismo».
Para las investigadoras, este estudio incita a «reevaluar las recomendaciones dietéticas actuales, que también deberían incluir advertencias sobre la limitación de la ingesta de alimentos ultraprocesados en nuestra dieta diaria«.
«De hecho, algunos alimentos envasados ricos en nutrientes pueden clasificarse como ultraprocesados, lo que sugiere la necesidad de orientar a las personas hacia opciones dietéticas que tengan en cuenta también el grado de procesado de los alimentos», ha finalizado la directora de la Unidad de Investigación de Epidemiología y Prevención del IRCCS Neuromed y profesora titular de Higiene en la LUM de Casamassima, Licia Iacoviello.
Descubre más desde https://conlasaludnosejuega.org
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.