En una serie de testimonios impactantes que han provocado oleadas de indignación en la comunidad médica y más allá, los denunciantes se han presentado para revelar un complot siniestro dentro de los hospitales durante el apogeo de la pandemia de COVID-19.

Según estos valientes expertos, los pacientes fueron sacrificados y sus muertes se atribuyeron erróneamente al COVID-19 en un esfuerzo deliberado por inflar el número de muertos.  Estas acusaciones explosivas se presentaron durante la investigación escocesa sobre la COVID-19, que ha estado examinando la respuesta del país a la pandemia durante casi dos meses.

Un descubrimiento sombrío.  “Increíble” es la palabra que resuena en los pasillos del poder y en los corazones del público.  A medida que surgen detalles de estos testimonios, las implicaciones son asombrosas.  Los hospitales, encargados del cuidado y la supervivencia de los enfermos, son acusados de traicionar esa confianza de la manera más atroz imaginable.  En lugar de salvar vidas, supuestamente orquestaron muertes, alimentando el pánico pandémico y manipulando las estadísticas con fines nefastos.

Los denunciantes hablan.  La investigación ha proporcionado una plataforma para que estos denunciantes compartan sus desgarradoras experiencias.  Una enfermera, que optó por permanecer en el anonimato por temor a represalias, describió un escenario de pesadilla en el que a los pacientes se les administraban combinaciones de medicamentos letales bajo la apariencia de un tratamiento.

     “Nos dijeron que era necesario”, afirmó con voz temblorosa.  “Pero se sintió mal.  En el fondo, sabía que estábamos matando gente”.

Otro denunciante, un ex médico, corroboró estas afirmaciones.  Detalló cómo la presión de los superiores empujó al personal médico a cumplir con el protocolo mortal.

     “Se trataba de seguir órdenes o afrontar las consecuencias”, reveló.  “Ya no podía vivir con la culpa, así que tuve que hablar”.

In a series of shocking testimonies that have sent ripples of outrage through the medical community and beyond, whistleblowers have come forward to reveal a sinister plot within hospitals during the height of the COVID-19 pandemic.

According to these courageous insiders, patients were euthanized and their deaths misattributed to COVID-19 in a deliberate effort to inflate the death toll. These bombshell allegations have been presented during the ongoing Scottish COVID-19 Inquiry, which has been scrutinizing the country’s pandemic response for nearly two months.

A Grim Discovery. “Unbelievable” is the word echoing through the halls of power and the hearts of the public. As details of these testimonies emerge, the implications are staggering. Hospitals, entrusted with the care and survival of the sick, are accused of betraying that trust in the most heinous way imaginable. Instead of saving lives, they allegedly orchestrated deaths, fueling the pandemic panic and manipulating statistics for nefarious purposes.

Whistleblowers Speak Out. The inquiry has provided a platform for these whistleblowers to share their harrowing experiences. One nurse, who chose to remain anonymous due to fears of retaliation, described a nightmarish scenario in which patients were administered lethal drug combinations under the guise of treatment.“We were told it was necessary,” she stated, her voice trembling. “But it felt wrong. Deep down, I knew we were killing people.”

Another whistleblower, a former doctor, corroborated these claims. He detailed how pressure from higher-ups pushed medical staff to comply with the deadly protocol.“It was either follow orders or face consequences,” he revealed. “I couldn’t live with the guilt anymore, so I had to speak out.”

https://amg-news.com/breaking-hospitals-euthanized-patients-to-boost-covid-deaths-whistleblowers-testify/


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