Para deshacernos de ellos debe producirse un fenómeno bioquímico denominado "quelación", realizado por sustancias que atrapan las moléculas inorgánicas de los metales pesados y crean compuestos que el cuerpo sí puede eliminar a través de la orina

Para deshacernos de ellos debe producirse un fenómeno bioquímico denominado «quelación», realizado por sustancias que atrapan las moléculas inorgánicas de los metales pesados y crean compuestos que el cuerpo sí puede eliminar a través de la orina

Los metales pesados son elementos contaminantes de la atmósfera por su toxicidad y efectos nocivos sobre los seres vivos. La importancia de sus efectos está en función de la naturaleza del elemento, concentraciones ambientales y el grado de exposición.

En términos generales las emisiones de metales son consecuencia fundamentalmente de la combustión (carbón, derivados del petróleo, incineración), metalurgia y transporte. Normalmente se encuentran presentes en la atmósfera en concentraciones muy pequeñas, sin embargo, al no ser degradados por procesos químicos ni biológicos su persistencia en la atmósfera es elevada.

Suponen un riesgo directo para la salud por inhalación, pero también cuando se depositan, ya que pueden ser absorbidos por la vegetación y pasar a formar parte de la cadena alimentaria de los seres humanos y animales. Además, el organismo es incapaz de metabolizar los metales pesados, siendo los procesos de eliminación muy lentos y, a menudo, de escasa efectividad, siendo por tanto las dosis recibidas acumulativas.

Eliminar metales pesados

Eliminar metales pesados no es una simple depuración de toxinas. Son compuestos inorgánicos que el cuerpo no es capaz de metabolizar y que, como resultado, se acumulan en los órganos y los tejidos.

Para deshacernos de ellos debe producirse un fenómeno bioquímico denominado «quelación», realizado por sustancias que atrapan las moléculas inorgánicas de los metales pesados y crean compuestos que el cuerpo sí puede eliminar a través de la orina.

Para que una sustancia sea quelante debe ser soluble en agua, capaz de penetrar en las células, formar complejos no tóxicos al unirse con los iones metálicos, tener escasa afinidad por el ión calcio (Ca2+) para evitar la hipocalcemia y ser excretada con rapidez.

Sustancias como la clorofila y ciertos aminoácidos azufrados como la alicina, presente en el aceite esencial del ajo, realizan este proceso.

También hay otras sustancias que limitan la acción de los metales pesados tóxicos, como las vitaminas C, E y del grupo B, flavonoides, cumarinas, carotenos, ácidos grasos esenciales y minerales como zinc, selenio o magnesio. De ahí la importancia de incluir en la dieta alimentos que contengan estos aliados de la salud.

Reduce la ingesta de metales pesados

Para deshacernos de ellos debe producirse un fenómeno bioquímico denominado «quelación», realizado por sustancias que atrapan las moléculas inorgánicas de los metales pesados y crean compuestos que el cuerpo sí puede eliminar a través de la orina

El primer paso es nuestro objetivo de eliminar los metales pesados es reducir la ingesta de los mismos. Para ello descubre dónde se esconden los metales pesados más perjudiciales para la salud para poder evitarlos.

Aluminio

Se acumula en pulmones y cerebro.
Bloquea la absorción de magnesio, provoca astenia y contribuye a la aparición de Alzheimer.
Se halla en vegetales no ecológicos, comida industrial, agua del grifo, desodorantes, amalgamas, vacunas, analgésicos y antiácidos.

Arsénico

Se acumula en hígado, riñones, piel y sistema nervioso.
Inhibe la acción de la vitamina E, el selenio y el azufre. Provoca fatiga crónica, cáncer de pulmón y vejiga, diabetes y problemas gastrointestinales.
Se halla en el agua del grifo, los zumos envasados, los cereales integrales (en especial el arroz) y los vinos.
Para eliminar el arsénico del arroz, enjuágalo varias veces y cuécelo en mucha agua (unas 6 veces su volumen).

Cadmio

Se acumula en las vías respiratorias, hígado, riñones, grasa, nervios y huesos.
Bloquea la absorción de zinc, magnesio, selenio y azufre. Causa hipertensión, dolor de cabeza, anemia, alteraciones del sistema nervioso periférico, problemas renales y pulmonares.
Se halla en el agua del grifo, pescados de agua dulce, crustáceos, hojas de hortalizas, champiñones y algas secas no ecológicas.

Mercurio

Se acumula en riñones, cerebro y sistema nervioso.
Impide la absorción de zinc, selenio y hierro. Destruye la vitamina B12 y provoca fatiga crónica, hipertensión arterial, infecciones, anemia y problemas inmunitarios.
Se halla en peces grandes, pesticidas de la agricultura intensiva, vacunas y amalgamas dentales.

Plomo

Se acumula en cerebro, sistema nervioso y huesos.
Bloquea la absorción de hierro, calcio y molibdeno. Provoca dolores osteomusculares, irritabilidad, trastornos del sueño y alteraciones cognitivas.
Se halla en el agua canalizada en tuberías de plomo, pesticidas, productos envasados, medicamentos, humo del tabaco.

Algas y setas

Si proceden de lugares contaminados, constituyen auténticas bombas de metales pesados.

Favorece su eliminación

Estos alimentos ayudan a hígado, intestino y riñones a eliminar metales pesados. Para aumentar su eficacia elígelos bio.

Algas. Sus fibras arrastran los metales. Dosis pequeñas cada día, de aguas limpias.
Apio. Dilata los vasos renales y ayuda a expulsar tóxicos. Tómalo crudo.
Brócoli. Rico en calcio, magnesio, potasio y zinc. De tres a cinco veces a la semana.
Cebolla. Estimula la función desintoxicante del hígado. Consumir 50 g al día es suficiente.
Manzana. Su pectina favorece la expulsión de metales. Toma una pieza entera al día.
Nueces de Brasil. Aportan una gran cantidad de zinc y selenio. Basta con tomar una al día.
Perejil. Rico en clorofila y vitamina C. Espolvorea a diario tus platos con él.
Zumo verde. Un zumo diario de manzanas verdes ecológicas y apio es una gran ayuda.

Cuando te extraigan amalgamas dentales toma 2 taza diarias de tisana ayurvédica a base de cilantro y bardana. Ayuda a depurar y expulsar mercurio, aluminio y plomo del organismo.

Depuración de metales pesados

En una cura se usan productos en sinergia para atrapar metales pesados y eliminarlos a través de hígado y riñones. Hay que acudir a un profesional para que prescriba la combinación óptima por dieta, edad y posibles patologías.

Ácido lipoico. Con efecto quelante extracelular e intracelular. Tomar 350 mg con el desayuno.
Citrato de calcio. La falta de calcio facilita la absorción de aluminio. El calcio reduce también la de plomo. Se recomiendan 200 mg con la cena.
Chlorella. Es un limpiador de tóxicos en intestino, hígado y sangre. 1.800 mg con un vaso de agua antes del desayuno o la cena.
Metionina y cisteína. Estos aminoácidos azufrados solubilizan los metales pesados y facilitan su expulsión. 500 mg con la cena.
MSM. Ayuda a expulsar plomo, cadmio, mercurio y arsénico. 1.800 mg, en tres tomas diarias.
Selenio. Protege frente al aluminio, el cadmio y el mercurio. 200 µg con la cena.
Vitamina B6. Propicia la eliminación de aluminio y cálculos renales. 250 mg en el desayuno.
Vitamina E. Protege del aluminio y la acumulación de plomo 400 UI (268 mg) con el desayuno.
Vitamina C. Estimula el sistema enzimático del hígado. 1 g con el desayuno y 1 g con la comida.

Fuente: https://www.cuerpomente.com/salud-natural/terapias-naturales/eliminar-metales-pesados_1252


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