Los alojamientos, de entre 30 y 60 metros cuadrados, se están realizado con contenedores de mercancías desechados. El ayuntamiento ultima la construcción de un bloque prefabricado con 12 pisos para acoger a familias desahuciadas.
Conseguir un techo para los más vulnerables lleva décadas siendo un problema en Barcelona. De hecho, lo es la vivienda en general y la protegida en particular. En la ciudad no hay espacio ni dinero para alojamiento social. Y como la situación llevaba visos de enquistarse desde hace tiempo, el consistorio puso la imaginación a trabajar y dio con una solución: barracones. Así lo anunció en febrero del 2018 con la presentación del programa Allotjaments de Proximitat Provisionals (Aprop).
La idea era construir edificios modulares prefabricados a partir de los contenedores de mercancía desechados para el transporte marítimo. Una solución «más económica y más sostenible» que los pisos de obra, a juicio de Laura Pérez, alcaldesa accidental, que tiene por objetivo «aligerar la presión que ahora mismo hay en la mesa de emergencia» habitacional. El ayuntamiento tenía previsto tener listos antes de finales de ese año, del 2018, tres bloques de casas prefabricadas de 30 a 60 metros cuadrados por vivienda. Uno en Ciutat Vella, otro en Sants-Montjuïc y un último en Sant Martí. Pero los tempos se han alargado.
El problema surge cuando analizamos las consecuencias obvias de vivir en un contenedor metálico prefabricado en un bloque de 12 pisos.
Un contenedor o container es un recipiente de carga destinado al transporte tanto internacional como nacional mediante las vías marítimas, fluviales terrestres y/o aéreas. En cuanto a las características de los contenedores suelen estar fabricados principalmente de acero corten, pero también los hay de aluminio y algunos otros de madera contrachapada reforzados con fibra de vidrio. En la mayor parte de los casos, el suelo es de madera. Interiormente llevan un recubrimiento especial anti-humedad, previsto para evitar las humedades e incumbencias del tiempo a lo largo del trayecto.
El acero autopatinable también conocido comercialmente en España como Corten o Cor-ten, COR-TEN o ENSACOR, es un tipo de acero realizado con una composición química que hace que su oxidación tenga unas características particulares que protegen la pieza realizada con este material frente a la corrosión atmosférica sin perder prácticamente sus características mecánicas. El Acero Cor-ten tiene un alto contenido de cobre, cromo y níquel que hace que adquiera un color rojizo anaranjado característico.
Ahora vayamos con las posibles consecuencias de vivir en un contenedor metálico:
1.- Exposición a campos electromagnéticos (CEM): Un campo electromagnético (CEM) es un campo físico producido por partículas fijas, giratorias o en movimiento con carga eléctrica. Los CEM están presentes en la naturaleza, pero los dispositivos eléctricos y las nuevas tecnologías también los generan. La omnipresencia de estas nuevas tecnologías (tales como ordenadores portátiles, teléfonos móviles, cocinas de inducción y redes inalámbricas) ha suscitado preocupaciones sobre los posibles efectos en la salud de la exposición a los CEM. Los campos magnéticos artificiales se acoplan al elemento metálico aumentando la exposición. Los CEM provocan en nuestro organismo pequeñas corrientes eléctricas en el interior de nuestras células y tejidos.
Existen miles de investigaciones pero la misma OMS no es concluyente: «…los resultados existentes no confirman que la exposición a campos electromagnéticos de baja intensidad produzca ninguna consecuencia para la salud.” Aunque, reconoce que si el CEM es muy intenso, no hay ninguna duda de su efecto pernicioso. El efecto más común es el calentamiento de los tejidos sometidos a un CEM, y esto lo notamos todos cuando estamos hablando un rato prolongado con el teléfono móvil pegado a la oreja: se calienta nuestro cerebro. Y se nota. Sin embargo se ha hablado mucho de la relación de los CEM con depresión, ansiedad, dolores de cabeza, suicidios, náuseas, fatiga y pérdida de la líbido. Ah! Y no falta quien lo relacione con algunos tipos de cáncer. Se admite un cierto aumento del riesgo de la leucemia infantil relacionada con los CEM existentes en el hogar.
La OMS mantiene líneas de investigación sobre los CEM en varias líneas de trabajo, una de ellas los relacionados con el cáncer. Se está trabajando y es posible que se produzcan resultados -los estudios necesariamente duran años, es algo no inmediato-.
2.- Los pisos de madera utilizados en la mayoría de los contenedores de envío se tratan con productos químicos peligrosos como pesticidas.
3.- Algunos contenedores de envío están recubiertos con pintura que contienen productos químicos nocivos como el fósforo, el cromato, y el plomo. La mayoría de los contenedores de envío están recubiertos con pintura con plomo en todas las caras interiores y exteriores. Esto representa un gran peligro para las familias con niños porque los copos de pintura con plomo a menudo tienen un sabor dulce y son extremadamente tóxicos. La opción existe para mitigar este problema, pero no es barata: las reducciones de plomo pueden disminuir el riesgo de intoxicación por plomo, pero deben ser realizadas por personas certificadas y requieren un conjunto de habilidades especializadas que la mayoría de los contratistas no poseen.
4.- La mayoría de los contenedores destinados a ser utilizados para la construcción de viviendas deben ser nuevos. Además de los problemas de salud mencionados anteriormente, esto es necesario por dos razones: 1. los contenedores deben ser estructuralmente sólidos, lo que significa que no pueden tener óxido ni abolladuras, y 2. debido a la naturaleza del transporte marítimo, es difícil determinar exactamente lo que se ha enviado en el contenedor. Las abolladuras y el óxido están bien para el envío, pero son malas para la integridad estructural. Esta es la razón por la cual los profesionales como Jamie van Tongeren, CEO del fabricante australiano Container Build Group, no confían en los contenedores más antiguos porque las variables son «desconocidas».
5.- El calor en los contenedores de metal es un problema importante. Sofocantemente calurosos en verano y demasiado fríos en invierno.
En resumen, los contenedores oxidados o abollados son inútiles estructuralmente, y no podemos estar seguros de si los contenedores más antiguos han estado en contacto con materiales peligrosos. Esto significa que la mayoría de los fabricantes construyen estas casas con nuevos contenedores de envío, en lugar de reciclar contenedores más antiguos que han dejado de ser útiles para el envío. Pero incluso los contenedores nuevos no están libres de preocupaciones: representan un riesgo de envenenamiento para las familias, particularmente las familias con niños. Los precios de esta «visión sostenible del hogar tradicional» varían ampliamente, y en algunos casos pueden ser tan caros, si no más caros, que un hogar tradicional.
A medida que crece la tendencia, los fabricantes pueden resolver estos problemas, pero es importante atravesar el panorama actual con precaución. La salud es el costo real de estas casas de contenedores de envío.
Fuente: https://www.conlasaludnosejuega.org/blog/?los-nuevos-edificios-enfermos-para-vivienda-social-en-barcelona
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