En su comparecencia ante el Senado, el titular de la Cofepris también reveló que se detectaron lotes contaminados de metotrexato, usado contra el cáncer.
El titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), José Alonso Novelo Baeza acusó a Laboratorio PISA de generar “un desabasto inducido” de metotrexato y advirtió que la semana pasada se detectó en contaminación en uno de sus lotes de 17 mil ampolletas, los de 850 gramos, con la una bacteria de bacilo simples, no patógena y de “riesgo mínimo” para los infantes con cáncer por lo que ordenó dejarse de suministrar en hospitales.
“Dijimos que no había habido ni había y nos aventuramos a decir que no habría desabasto ni habrá desabasto. Yo soy responsable de las respuestas que doy y digo que (se trató) de un desabasto mediático y aun creo que peor, un desabasto inducido, o un desabasto por descuido”, refirió tras mencionar que ni los papás ni sus hijos con cáncer “deben de ser usados por ninguna instancia para sensibilizar a nadie; los niños son sagrados”.
Al comparecer ante la Comisión de Salud en el Senado, Novelo Baeza dejó en claro que las reacciones adversas de metotrexato en el Hospital del Niño Poblano “era suficiente para visitar la planta y encontramos defectos en el proceso de elaboración de medicamentos y suspendimos la línea de proceso.
“En el lugar no había ningún medicamento por lo que la Cofepris no pudo haber asegurado nada. Se presenta la situación mediática y tengo que decirlo porque están calumniando. La calumnia es mentira con intención de hacer daño. No es una mentira sencilla. El jurídico de Pisa, el señor Zavala se presentó para que liberáramos el metotrexato porque tenían 17 mil ámpulas incautadas y aseguradas por Cofepris. Le dijimos que no era así y le pedimos el documento, no lo pudieron mostrar, no existe”.
El laboratorio solicitó, entonces, distribuir esos 17 mil tratamientos, “nosotros les dijimos que hicieran lo que tenían que hacer” y la semana pasada se obtuvo el resultado de los 17 mil tratamientos de metrotexato.
Uno de ellos, de 850 miligramos, “no pasó la prueba de esterilidad, afortunadamente, el riesgo para los pacientes que lo reciben y aquí están los papás, quiero tranquilizarlos, no engañarlos, porque la bacteria que se encontró en bacilo simples no es un patógeno” pero aún así “se pone en riesgo a la población que reciben esos tratamientos, cuando está en situación de vulnerabilidad”. Esto es más que una falta administrativa.
La Cofepris, en esta administración, no permitirá que se interponga los intereses comerciales de la industria farmacéutica por encima de la salud de los mexicanos, por esa razón, se clausuró 7 de las 17 plantas de mezcla que tiene Pisa porque también se detectó contaminación con leclercia adecarboxylata en las bolsas de nutrición parenteral total, en 11 hospitales de la Zona Metropolitana de Guadalajara, entre los que se encuentran el Centro Médico Nacional de Occidente (CMNO) y el Hospital Militar.
Pero en esta administración, aclaró, el gobierno federal seguirá comprando al extranjero, a la India, China o a Francia, siempre y cuando las moléculas adquiridas cumplan con las normas de seguridad y eficacia.
Actualmente se está analizando la seguridad, calidad y eficacia del lote de 38 mil 200 unidades (29 mil 230 de 50 miligramos y 8 mil 970 de 500 miligramos), para liberarlos y cubrir con los requerimientos de todo el sector para el resto del presente año.
La Cofepris aseguró que Pisa es una empresa “monopólica” y espera que el lunes 7 de octubre, como anunciaron, estén en condiciones de ser verificados y ya puedan fabricar metotrexato. Un fármaco que desde el 7 de mayo, cuando se suspendió el proceso de la línea, se dejó de fabricar y pasado ya casi cinco meses no “atendieron el problema. No tenemos nada contra Pisa ni con ninguna otra empresa”.
Lo cierto es que desde el pasado 2 de agosto, Pisa comenzó una batalla contra el gobierno federal al juntar firmas entre grupos de anestesiólogos para anunciar un “desabasto eminente de efedrina (usado como soporte en la anestesia quirúrgicas)” pero se verificaron las plantas, sin encontrar tal situación crítica.
“Desde el sexenio pasado desapareció la farmacovigilancia. Una persona proveniente del Instituto Nacional de Cancerología se acercó a la Cofepris a proponer una plataforma que sirviera para la farmacovigilancia llamada NotiReporta. Para acceder requeríamos la clave en posesión de dos personas y el primer laboratorio que lo adquirió, no digo que sea el único, fue Pisa y Pisa tenía información privilegiada.
“Y todos los eventos adversos de farmacovigilancia, reacciones adversas, se mantenían ocultas. Si estoy equivocado, quiero saber si hubo alertas públicas sobre medicamentos en los tres o cuatro años pasados”, comentó que ahora utilizan la herramienta de VigiFlow, que los une al Programa Internacional de Medicamentos de la Organización Mundial de la Salud.
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