El neurocientífico Matthew Walker es uno de los mayores expertos mundiales en el sueño y acaba de publicar un fascinante bestseller sobre por qué dormimos y por qué enfermamos sino lo hacemos
Si tomas pastillas para dormir tal vez logres conciliar el sueño un poco antes y durante algo más de tiempo -no mucho más- pero, al despertar, habrán borrado tus recuerdos en lugar de afianzarlos como hace el sueño natural. Y ese solo será el principio. Los efectos de las píldoras socavarán poco a poco tu sistema inmunitario haciéndote más vulnerable a enfermedades infecciosas, desencadenarán una somnolencia diurna que te hará más proclive a sufrir accidentes automovilísticos y podrían multiplicar las posibilidades de que seas víctima de un cáncer. No se trata de ir contra la medicación o las empresas farmacéúticas. Ojalá existiera un fármaco verdaderamente eficaz y saludable para dormir mejor. El problema es que ese medicamento no existe aún. ¿Entonces? ¿Por qué dormimos? ¿Por qué, si no lo hacemos, enfermamos y morimos? Y la pregunta crucial: si las pastillas para dormir no sirven más que para perjudicarnos, ¿hay alguna solución real para el insomnio? La respuesta es sí.
Todas las afirmaciones del párrafo anterior provienen de estudios clínicos realizados durante los últimos años y recogidos en el ensayo ‘Por qué dormimos’ (Capitán Swing), un apasionante bestseller internacional en el que el neurocientífico inglés y uno de los mayores expertos mundiales en sueño Matthew Walker reúne la información más actualizada que ha logrado arrancar la ciencia actual al enigma legendario que rodea al durmiente. Con conclusiones asombrosas. Además, Walker, profesor en Berkeley, California, y director del Centro para la Ciencia del Sueño Humano, incorpora al libro doce consejos para conquistar un sueño saludable basados en los más recientes y exitosos descubrimientos de la eficaz terapia cognitivo-conductual. Los resumiremos al final de este artículo.
La amenaza del insomnio es global y sus consecuencias, aterradoras. Observen el caso del pobre Michael Corke, profesor de música en Chicago, individuo activo y esposo devoto que al frisar la cuarentena empezó a experimentar dificultades cada vez mayores para dormir sin que los somníferos pudieran ayudarlo. Hasta que dejo de dormir. Completamente. Después de ocho semanas sin dormir sus facultades mentales se habían desintegrado y su cuerpo se deterioraba a toda velocidad hasta el punto de obligarle a usar un bastón. Tras seis meses sin dormir, Corke deliraba postrado en su cama. Poco después perdió el habla y, a los 42 años, murió. Su caso, el del trastorno genético denominado Insomnio Familiar Fatal, es extremo y poco común. Pero muestra muy bien la importancia crucial del sueño en nuestra vida.
¿Por qué dormimos? ¿Por qué soñamos?
«Los científicos han descubierto un nuevo tratamiento revolucionario que alarga la vida y mejora la memoria y la creatividad. Incluso hará que te sientas más atractivo. Te mantiene delgado y reduce los antojos; te protege del cáncer y la demencia; te defiende de resfriados y gripes; disminuye el riesgo de ataques cardíacos e infartos, por no mencionar la diabetes. En fin, hará que te sientas más feliz, menos deprimido y ansioso. ¿Te interesa?»
En el anterior anuncio que incorpora Matthew Walker en su libro no hay nada, asegura, inexacto. Los beneficios de dormir toda la noche son esos según la evidencia respaldada por más de 17.000 artículos científicos. El sueño es un proveedor universal de salud, añade. Y gratis. Las tres etapas del sueño -no-REM ligero, no-REM profundo y sueño REM- ofrecen beneficios distintivos e indiscutibles. Pero el más imponente y demostrado es la implicación del sueño en nuestra memoria en dos sentidos: tanto antes de aprender preparando tu cerebro para crear nuevos recuerdos, como después de aprender afianzando lo aprendido y evitando su olvido. ¿Quieren un resumen rápido y hermoso de esto? Escuchen una vez más, les recomienda Walker, la canción ‘Sounds of Silence en la que Simon & Garfunkel saludan a su viaja amiga la oscuridad (el sueño).
Simon & Garfunkel – Sounds of Silence
¿Y los sueños? Soñar es increíble, se asombra el autor del libro. Durante el crucial sueño REM (que no es el único) somos auténticos psicóticos, alucinamos viendo cosas que no están, deliramos al creer en imposibles, nos desorientamos alterando el tiempo y el espacio, y, por último, al despertar no recordamos prácticamente nada de tan extravagante experiencia. ¿Qué sentido tiene todo esto? El uso de escáneres cerebrales de resonancia magnética para atrapar las ondas cerebrales del soñador ha iluminado recientemente este ámbito esencial que el mismísimo Freud creyó comprender con tanta lucidez como erróneamente. ¿Qué ha descubierto la más reciente comprensión científica de los sueños?
Soñar reduce la angustia dolorosa de los episodios emocionales difíciles e incluso traumáticos experimentados durante el día
«Los sueños», responde Walker, «brindan una forma de terapia nocturna. ¿De qué manera? Reduciendo la angustia dolorosa de los episodios emocionales difíciles e incluso traumáticos experimentados durante el día y ofreciendo una solución emocional cuando te despiertas la mañana siguiente. El núcleo de la teoría se basa en el asombroso cambio en el cóctel de sustancias químicas del cerebro que tiene lugar durante la fase REM. Las concentraciones de una sustancia química clave relacionada con el estrés, llamada noradrenalina, se desactivan por completo dentro del cerebro cuando se ingresa en este estado del sueño. De hecho, el sueño REM es el único momento en el que el cerebro queda completamente libre de esta molécula desencadenante de la ansiedad». El sueño ‘lava’ el cerebro, le limpia de dolor y angustia.
Resumiendo, a partir de ahora cuando asistamos a alguno de los variopintos y dolorosos dramas de la vida antes de enunciar la consabida frase consoladora que afirma que «el tiempo lo cura todo», debiéramos introducir una modificación sustancial. No, no es el tiempo, «soñar es lo que lo cura todo».
12 consejos (resumidos) para dormir mejor
1. «Sigue un horario de sueño. Acuéstate y despiértate a la misma hora todos los días».
2. «El ejercicio es excelente pero no a última hora, no, al menos hasta dos o tres horas antes de acostarte».
3. «Evita la cafeína y la nicotina. Su efecto sobre el sueño puede tardar hasta ocho horas en desaparecer».
4. «Evita el alcohol antes de acostarte».
5. «Evita comer y beber mucho a altas horas de la noche»
6. «Evita, si es posible, medicamentos que retrasen o interrumpan tu sueño».
7. «No eches la siesta después de las tres de la tarde»
8. «Relájate antes de dormir»
9. «Toma un baño caliente antes de ir a dormir»
10. «Dormitorio oscuro, dormitorio fresco, dormitorio sin aparatos electrónicos. Nada de relojes a la vista.
11. «Toma el sol a diario al menos entre treinta minutos y una hora»
12. «No te quedes en la cama despierto. Pasados veinte minutos de vigilia como máximo levántate, haz algo relajante y prueba otra vez después».
Fuente: https://www.elconfidencial.com/cultura/2019-09-26/matthew-walker-dormir-sonar-sueno-rem_2255235/
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