Con el ritmo de vida tan acelerado que llevamos en la actualidad casi hemos olvidado el placer de las comidas tradicionales elaboradas con mimo, dedicación y paciencia.
Pues bien, las ollas de cocción lenta o slow coocker llegan a nuestras vidas para ayudarnos a recuperar los sabores y texturas  tradicionales conseguidos con largos periodos de cocción, sin que para ello nos tengamos que convertir en esclavos de la cocina
¿Quieres saber cómo? Sigue leyendo y te contamos todo sobre las ollas que cocinan solas.
Qué es una olla de cocción lenta o slow cooker?
Una olla de cocción lenta es un electrodoméstico que te permite cocinar manteniendo una temperatura constante durante tiempos de cocción prolongados que, en ningún caso, exceden los 90-100°C, lo que te aportará una gran ventaja en la cocina: tu slow cooker puede cocinar por ti mientras tú estás durmiendo, trabajando o realizando cualquier actividad en casa o fuera de ella con unos resultados que nada tienen que envidiar a los guisos de nuestras abuelas.
Los platos que obtendrás en una olla de cocción lenta son más saludables, ya que cocinar con temperaturas bajas hace que los alimentos pierdan menos de sus propiedades originales y sean más saludables, sin olvidarnos de la ternura y jugosidad que obtendremos en alimentos como carnes y legumbres, ni de lo sustanciosos que van a quedar caldos y salsas.
Quizás en España no estén muy extendidas todavía y mucha gente desconoce para que sirven las ollas de cocción lenta, pero en Estados Unidos, Inglaterra y Latinoamérica son un básico en la cocina de muchos hogares.
Las ollas eléctricas de cocción lenta son muy fáciles de utilizar, incluso para los menos avanzados en la cocina, y cuentan con un funcionamiento muy sencillo. Pero antes de ver cómo funcionan las ollas lentas conozcamos sus partes principales:
Carcasa exterior: se conecta a la electricidad donde se encuentran las resistencias que transmiten ese calor constante característico del cocina slow cooking.
Cazuela extraíble: se pueden utilizar para llevar a la mesa y servir e incluso meter en el horno para conseguir un dorado extra en nuestros platos, en donde se cocinarán los alimentos. Suelen ser cerámicas, aunque también hay modelos en metal que te permitirán hacer elaboraciones previas en el fuego.
Cuadro de mandos: lo encontrarás en la parte delantera de la carcasa exterior y desde ahí podrás ajustar la potencia-las ollas de cocción lenta suelen tener dos niveles: slow y high, además de la función de mantener caliente-y el tiempo en el caso de que la olla sea programable. Puede ser digital o manual.
Una tapa: es importante que sea transparentes para poder controlar el punto de cocinado sin tener que levantarla y perder temperatura.
Otra de sus ventajas es que se trata de un electrodoméstico relativamente barato para el enorme partido que se le saca y lo que te facilita la vida. Los precios de las ollas de cocción lenta varían en función del tamaño y la gama a la que pertenezcan (baja, media o alta), oscilando entre los 30 y los 180 €. A continuación te ofrecemos una selección de las mejores slow cooker para que te hagas una idea.
¿Cómo usar una olla de cocción lenta?
Como decíamos antes, usar una olla de cocción lenta es algo bastante sencillo y nos permitirá cocinar platos ricos y saludables-la cocción lenta favorece la conservación de las propiedades de los alimentos- sin apenas conocimientos y esfuerzo, simplemente siguiendo los pasos de las recetas que queramos cocinar. Básicamente una elaboración en una olla eléctrica  de cocción lenta consta de los siguientes pasos:
Elaboración previa: algunos platos necesitan de ciertas preparaciones antes de arrancar en la slow cooker (sofreír verduras, sellado de la carne…). Estas se hacen en una sartén aparte, aunque hay modelos en los que las cazuelas son aptas para el fuego y la inducción.
Puesta en funcionamiento: para ello tendrás que introducir los ingredientes en la olla, elegir la opción de temperatura que requiera la receta y, en caso de que tu olla de cocción lenta sea programable, si no lo es siempre se le puede poner un temporizador de enchufe, definir el tiempo de cocción.
Finalización del cocinado: esperar a que termine el tiempo de elaboración y apagar la olla en caso de que no esté programada para ello. Además, las slow cooker cuentan con una función de mantener caliente que permite conservar la temperatura de nuestros platos para que estos estén perfectos para cuando vayamos a servirlos sin tener que calentarlos nuevamente.
Consejo: ¿Sabías que puedes utilizar tu Crock-Pot como horno? Solo tienes que poner los alimentos en alto con una rejilla o unos aros de emplatar y listo. No tuesta como el horno, pero para conseguir ese doradito tan rico solo necesitas un último golpe de horno en modo grill para conseguir el dorado perfecto.
¿Qué olla de cocción lenta necesito para mi familia?
Otro de los aspectos más importantes a tener en cuenta sobre las ollas de cocción lenta es su capacidad. En función de las necesidades de cada casa, el tamaño de la olla a utilizar variará.
Para tenerlo todo mucho más claro, echa un vistazo a esta tabla en la que te contamos que slow cooker emplear en función del número de comensales.
CAPACIDAD COMENSALES
2.4 Litros  2 Personas
3.5 Litros  3-4 personas
4.7 Litros  5 personas
5.7 Litros  5-6 personas
6 Litros    6 personas
6.5 Litros 7 personas
¿Qué puedo cocinar en una olla de cocción lenta?
En una olla de cocción lenta podrás cocinar cualquier cosa que cocinarías en una olla normal a fuego lento. Pero es que además podrás llevar a cabo también preparaciones típicas de horno (costillas, pollo asado…). A continuación te hacemos un pequeño resumen con algunas de las preparaciones estrella de las slow cooker:
Guisos de carne: uno de los platos estrellas de las ollas de cocción lenta. Carnes tiernas y jugosas que te dejarán claro que nada como cocinar en slow cooker para conseguir ese punto mágico.
Legumbres: recupera los sabores y texturas del puchero del pueblo. Lentejas, judías, garbanzos y mucho más. Lo único es que tendrás que llevar cuidado con las alubias rojas y negras, las cuáles deberás hervir un poco antes para eliminar una bactería.
Bizcochos: aunque nunca pensarías que es una preparación adecuada para una olla eléctrica de cocción lenta, te van a sorprender lo ricos que quedan. Puedes hacerlos introduciendo un molde o forrando la olla con papel de aluminio.
Arroz con leche: otro de los dulces que mejor quedan en las ollas lentas. Suave, cremoso y con un sabor que te hará viajar a la infancia en cada cucharada.
Pollo: una de las recetas que mejor quedan en estas ollas es el pollo asado al estilo tradicional. Tierno, muy tierno. Puedes darle un golpe de horno al final para conseguir el dorado de la piel. Mejor en ollas de tamaño grande y ovaladas para que nos quepa bien.
Cocido: es uno de las recetas tradicionales a los que mejor les sienta la cocción lenta. Si eres de los fanáticos de este plato, no puedes dejar de probar el que sale de una olla lenta.
Como ves, no hay nada que se le resista a esta olla. Esta es solo una pequeña muestra, pero hay mucho más: verduras asadas, costillas, pescados y casi cualquier cosa que se te ocurra puede tener cabida en nuestras pequeñas maravillas lentas.
Consejo: A la hora de preparar recetas que hayas sacado de un libro o internet, debes tener en cuenta que no todas las ollas de cocción lenta tienen la misma potencia. Por ejemplo, las ollas Crock-Pot son más potentes que las Russell hobbs y, por lo tanto, invierten menos tiempo en preparar los platos. Trata de ajustar el tiempo de las recetas al de tu olla y ¡prepárate para disfrutar!
¿Cuánto consumen las ollas de cocción lenta?
Podrías pensar que, por la cantidad de horas que necesita para cocinar, el consumo eléctrico de una olla de cocción lenta va a ser muy elevado.
Sin embargo, se trata de aparatos que utilizan muy poca energía ya que trabajan a temperaturas bajas que se alcanzan y mantienen sin necesidad de utilizar mucha potencia, lo que hace que su gasto eléctrico sea bastante más bajo que el de cualquier otro electrodoméstico que tengas en casa.

Ventajas y desventajas de las ollas de cocción lenta
¿Todavía no tienes claro qué beneficios puede  aportar una olla de cocción lenta a tu vida? No te preocupes que te contamos todo lo bueno que este pequeño artefacto puede traer a tu día a día. Y como nada es perfecto en su totalidad, también te mostramos algunos de los inconvenientes más comunes de las slow cooker.
Ventajas
Tiempo: una vez que se inicia el cocinado, las slow cooker no requieren ningún tipo de ayuda por tu parte. Ponemos la olla a trabajar durante el tiempo que necesita la receta y ya está ¡Todo listo para el festín! Y si además contamos con temporizador, nos olvidamos hasta de apagarla, sino siempre le puedes añadir uno de enchufe como este:
Eficiencia energética: aunque el hecho de estar tanto tiempo trabajando y enchufadas a la electricidad nos pueda hacer pensar que consumen mucho, no es así. Se trata de electrodomésticos muy eficientes gracias al uso de resistencias de muy baja potencia (recuerda que las temperaturas que alcanza son bajas). Una olla eléctrica de cocción lenta consume entre 15-20 veces menos que una vitrocerámica. Además, como puedes programarla y cocinar sin estar presente, aprovecha para cocinar por la noche o en el horario en el que la electricidad sea más barata.
Comida: para obtener los sabores, texturas, salsas y caldos que obtenemos con una estas ollas necesitarías  mucho tiempo y dedicación.  Te ayuda a recuperar los sabores y puntos de cocción tradicionales sin esfuerzo.
Nutrición: el cocinado sin alcanzar altas temperaturas hace que los alimentos conserven mejor sus nutrientes originales. De este modo conseguiremos aprovechar mejor las propiedades de cada uno de los ingredientes de nuestras recetas.
Limpieza: cocinar con una olla lenta es más limpio que hacerlo con otras formas tradicionales. Generan menos vapores, olores y grasa, además de que se limpian muy fácilmente.
Conciliación: te permitirá conciliar de forma eficiente tu ritmo de vida con una alimentación sana, variada y de chuparse los dedos.
Precio: se trata de un electrodoméstico relativamente barato para el enorme partido que se le saca y lo que te acilita la vida. Los precios delas ollas de cocción lenta varían en función del tamalo y la gama a la que pertenezcan (baja, media o alta).
Desventajas

Eliminación de bacterias: algunos alimentos, como las alubias rojas o negras, contienen una toxina llamada fitohemaglutinina que únicamente conseguiremos eliminar cocinándola a altas temperaturas. Por ello, es conveniente dar un hervor fuerte a estos alimentos de entre 10-15 minutos antes de ponerlas en las slow cooker.

Fragilidad: la cerámica en la que está fabricada la cazuela es un material delicado y, por lo tanto, deberemos de tener cuidado de no golpearla para evitar que se produzcan roturas o desconchados. Con las metálica tendremos que intentar no rayar el revestimiento interior para evitar que se peguen los alimentos. Intenta usar utensilios de silicona para cocinar en ellas.

Manchas: ciertos alimentos pueden dejar puntos blancos en la cerámica. No te asustes, nada que unas horas de remojo con un buen chorro de vinagre y un buen frotado no pueda solucionar.

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