La concentración de pesticidas en la cuenca hidrográfica del Duero comienza a descender según el informe de Ecologistas en Acción "Ríos Hormonados". Son doce los plaguicidas y herbicidas procedentes del mundo agrícola que se han detectado desde 2012 en el curso del río. Unos, porque están prohibidos, otros, porque se encuentran en cantidades superiores a las permitidas, los doce amenazan el ecosistema. Diez de ellos, además, se sospecha que son "disrruptores endocrinos", lo que significa que pueden desencadenar efectos adversos en el desarrollo y ciclo reproductivo de la fauna fluvial, afectando al ciclo y al ecosistema.