Cada vez que acudimos al supermercado y vamos a las estanterías podemos encontrar multitud de frutas y verduras precortadas y embolsadas: melón, manzanas, piña, fresas, arándanos, hojas para ensalada, zanahorias... Todo precintado en sus respectivos plásticos y cortados en trocitos. Lamentablemente, un estudio reciente ha determinado que este producto en apariencia saludable tiene un mayor riesgo de contaminación por salmonella, un género bacteriano que provoca en el individuo episodios de fiebre, dolor muscular, náuseas, vómitos o escalofríos, entre otros síntomas.