El sustrato universal es aquel que responde bien ante un amplísimo grupo de plantas, pudiéndose utilizar en plantaciones y trasplantes de plantas de interior.
Un total de 70 países cuentan con regulaciones que permiten el uso de cultivos transgénicos o la importación de sus alimentos derivados en 2018. Ya no solo se utilizan para enfrentar plagas y malezas, sino también desafíos climáticos y nutricionales.
Un nuevo estudio ha acotado las consecuencias de uno de ellos, los neonicotinoides, en las poblaciones de insectos de Estados Unidos. Y no es en absoluto alentador: nuestros campos de cultivo son hoy 48 veces más tóxicos que antaño.