En un mundo cada vez más industrializado y penetrado por la tecnología, es de esperar que cada vez más alimentos sean en realidad, productos, es decir, que la industria alimenticia haya pasado por ellos. Para que conozcamos con exactitud cuáles son las diferencias entre alimentos naturales, procesados y ultraprocesados, os dejamos los siguientes datos:
Alimentos naturales
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), los alimentos naturales son aquellos a los cuáles no se ha añadido ningún componente, es decir, no se les ha adicionado industrialmente sal, azúcar, grasas u otros componentes y tampoco han recibido un tratamiento industrial.
Los podemos identificar porque son perecederos a corto plazo, es decir, tienen escasa vida útil y después de unos pocos días comienzan a alterarse. Además, muchos de ellos sólo son seguros tras recibir un proceso de cocción en nuestra casa.
Dentro de este grupo de alimentos se encuentran las frutas y verduras frescas, los tubérculos, legumbres, semillas, frutos secos, carnes, mariscos y huevos.
Junto a los alimentos naturales podemos identificar a los alimentos mínimamente procesados, a los cuáles no se han añadido ingredientes pero sí han recibido un mínimo procesamiento que no altera su naturaleza. Por ejemplo: se los lava, pasteuriza, limpia, congela, esteriliza, fermenta sin producir alcohol o envasa.
Estos últimos alimentos son más fáciles de almacenar y se conservan por más tiempo, pero son igualmente alimentos y no productos. Dentro de este grupo encontramos el yogur, las leches y otros lácteos, los vegetales y hortalizas congeladas o envasadas y semejantes.
Procesados
Son alimentos que reciben un procesamiento industrial durante el cual se cambia la naturaleza del alimento original al adicionarle materia grasa, sal, azúcar, aditivos, u otros componentes.
Podemos identificarlos porque son productos que se identifican como versiones diferentes del alimento natural que le da origen y pueden (la mayoría de ellos) usarse como ingredientes de preparaciones más complejas.
Es decir, los productos procesados conservan la identidad básica del alimento que los origina, pero los procesos industriales alteran el perfil nutricional de los mismos logrando un nuevo ingrediente de peor calidad y generalmente desequilibrado en cuánto a nutrientes.
En este grupo encontramos las frutas y verduras en conservas, los encurtidos, los ahumados, las carnes curadas y los quesos a los cuáles se añade sal, así como también, las bebidas alcohólicas y algunas golosinas.
Ultraprocesados
Son altamente procesados, se elaboran a partir de ingredientes industriales en su mayoría y en ellos no podemos reconocer o se presentan en muy escasas cantidades, los alimentos naturales.
Podemos identificarlos porque son productos altamente durables, apetecibles y lucrativos, no se reconocen como versiones de un alimento natural y en general, son listos para consumir como señala la clasificación NOVA y se componen básicamente de variedad de aditivos.
En este grupo encontramos:
Sopas enlatadas o deshidratadas, preparaciones congeladas, pastas instantáneas, patatas fritas de bolsa y otros snacks comerciales, chocolates, bollería industrial, potitos y papillas comerciales; salchichas y otros embutidos; nuggets de pollo, palitos de pescado y semejantes; bebidas energizantes, margarinas, mermeladas, salsas, cereales de desayuno, barritas de granola, pizza, hamburguesas y otros alimentos listos para consumir.
Como podemos ver, estos son los productos más peligrosos para nuestro organismo debido a que en ellos poco encontramos de la fibra, las vitaminas y los minerales que ofrecen los alimentos naturales y por el contrario, se trata de «alimentos» colmados de grasas trans, sodio y azúcar y concentrados en energía.
En conclusión, a mayor grado de procesamiento peor perfil nutricional de los alimentos o productos y por ello, éstos últimos son los que deben evitarse en una dieta mientras que la base de una dieta saludable debería estar compuesta por alimentos naturales o mínimamente procesados.
Bibliografía consultada | OPS/OMS; World Nutrition Volume 7, Number 1-3, January-March 2016; Public Health Nutrition, Volume 19, Issue 3 February 2016, pp. 530-538.
Imagen | iStock
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